Cualquier producto popular o personaje de moda debe tener su propia serie de dibujos animados. O, al menos, eso parece que pensaron los creativos responsables de los siguientes ejemplos de oportunismo animado. Por descontado que se equivocaban, claro.
Chuck Norris´ karate commandos: Muchos años antes de "Walker, Texas ranger", el señor Carlos Ray (!!) Norris era ya lo bastante popular entre la muchachada como para protagonizar esta serie con clara vocación de anuncio de Mattel. ADVERTENCIA: el número de estereotipos asiáticos por minuto de este clip es sólo ligeramente inferior al limite de tolerancia humano, visionelo con responsabilidad.
Rubik, the amazing cube: Si Javier Mariscal decía que animar al Cobi fue un reto, no quiero ni pensar lo que tuvieron que sufrir los animadores para convertir al poliedro cacho de plástico este en algo parecido a un personaje. Pobrecitos.
viernes, 14 de septiembre de 2007
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