Dreamgirls: sorprendentes

Todos aquellos fanses que creían que Eddie Murphy había tocado techo interpretativo con la trilogía del Superdetective en Hollywood o con el díptico del Profesor Chiflado se equivocaban. Resulta que , además de dar risotadas o disfrazarse de 25 personajes por pelicula, este hombre sabe actuar y puede transmitir cosas al espectador. Acojonante.

Dreamgirls es un biopic nada disimulado de Diana Ross y las Supremes, musas de la productora musical Motown en los 60 y precursoras de la música Disco.

Han cambiado los nombres y ( supongo) algunas circunstancias, pero, aun así, todo es bastante transparente para que los que no tenemos ni idea de música nos cosquemos de lo que realmente nos están contando e identifiquemos entre la fauna de la peli a los alter egos de, por ejemplo, James Brown , Berry Gordy o un pitufil Michael Jackson de 8 años.

La peli está basada en un musical de Broadway y hay momentos en los que, paradójicamente, tanta canción estorba un poco. Tediosos apartes, en los que se para la acción y los personajes se cantan lo que piensan los unos a los otros. El espectador experimenta estos números introspectivos como parones en seco dentro de la historia, verdaderos coitus interruptus, que dejan al que los sufre un desagradable "dolor de huevos" cinéfilo. Por lo demás, el resto de los gorgoritos están muy bien engarzados en la trama y , generalmente, el guionista aprovecha cada vez que las Dreamgirls actuan para utilizar las letras de su repertorio como comentarios sobre la historia. Muy inteligente por su parte.

En el apartado de las interpretaciones, como ya apuntaba al principio, sorprende el cambio de registro de Eddie Murphy, que, sin dejar de lado totalmente su faceta más payasa, es capaz de darle a su personaje un soul y una amargura insólitas en su carrera ( de momento ya se ha llevado el Golden Globe al mejor actor secundario). El resto de los protagonistas están correctos, aunque la credibilidad de la bellísisima Beyoncé chirría en un par de momentos.

Pero el verdadero punto fuerte de la peli, además de las increibles voces de la mayoría de los interpretes, es la actuación de Jennifer Hudson. Hudson es actriz primeriza y una de las concursantes de la pasada edición de American Idol ( la OT de los USA). Decir que canta impresionantemente puede no sorprender a nadie, pero es que además ha resultado ser una actriz como una casa. Y encima, a pesar de que en teoría su personaje es secundario, le han dado buena parte del peso de la película e incluso tiene más tiempo en escena que talentos consagrados como Danny Glover o el propio Murphy. Para que nos entendamos, sería como si aquí Rosa "de España" se convirtiera de pronto en la nueva chica Almodovar y Carmen Maura hiciera un papelito de chacha andaluza. Encima se le nota tanta soltura que se hace dificil creer que sea su primera experiencia en el cine ( por cierto, tambien se ha llevado el Golden Globe).

En resumen, un muy buen musical , espectacular a ratos, y que captura el sabor de una época y lo sabe adaptar a los tiempos actuales sin desvirtuarlo ni pervertirlo. Una magnífica oportunidad para (re)descubrir nuevos y viejos talentos a la que a veces tendría que notársele un poco menos que es una adaptación.

Y además sale el tio que hacía de Urkel.